Hablar de Irán es hacerlo, irremediablemente, de un entorno complejo y cambiante en los últimos tiempos. Tractor Sazi Tabriz es buena prueba de ello. Del aperturismo a la etapa de los ayatollah. Un país donde la religión ocupa absolutamente todas las capas de la sociedad y abarca un lugar preminente en todas las decisiones políticas, sociales y económicas del gobierno iraní.
Una realidad detrás de Tractor Sazi
El gigante de Asia Central aglutina un pasado glorioso y un siglo XX que supuso una sucesiva convulsión dentro de sus fronteras. Un país que vio Rusia invadía militarmente o se anexionaba de facto algunas de las regiones del norte de Irán. Y en las que realizaría la misma política demográfica que desarrollaría en otras ex repúblicas de la zona como Tayikistán o Turkmenistán: el traslado de etnias y ciudadanos de otras zonas de Rusia. Una de las regiones que vivió en primera persona y en varias ocasiones esta política fue el conocido como Azerbaijan iraní. Y, paradójicamente, fue la región que más defendió el nacionalismo y la identidad iraní para combatir e impedir la “rusiazación” del noroeste del país.
Dentro de Irán dos son las etnias más destacadas. Evidentemente, la dominante es la persa que supone, aproximadamente, las dos terceras partes del total de la población iraní. La segunda, con poco menos del 20%, es la azerí. Etnia que se concentra en el noroste del país y que es una de las múltiples etnias con origen turcomano que hay en esta zona del mundo. Y deportivamente, un club representa como nadie el origen turcomano del azerbaijan iraní. Es Tractor Sazi. El club más representativo de la región y que tiene su base en Tabriz, la ciudad más poblada de la región.
Fundado en 1970 es uno de los grandes clubes del país que pelea por discutir la hegemonía de los clubes de Teherán. A pesar de tener el apoyo de la región, de su gobierno local y de una gran empresa detrás, aún no ha conseguido ganar ninguna liga. Aunque se ha quedado a las puertas en varias ocasiones. Sus encuentros ante Esteghlal y Persepolis están siempre anotados en el calendario del aficionado de Tabriz… y en el de las autoridades del país por el fuerte componente político e ideológico que se esconde tras lo que puede parecer un simple encuentro de fútbol.
Turquía, Azerbaijan e Irán en la idiosincrasia de Tractor Sazi
Y es que la realidad turcomana está muy enraizada en la idiosincrasia del mejor club del Azerbaijan iraní. Son habituales las muestras pro turcas en las gradas de sus partidos. Especialmente por la parte más radical de su hinchada. Una sección radical que muestra, de manera recurrente, símbolos turcomanos y cánticos en contra de otras etnias iraníes. Especialmente contra persas y kurdos llegando a posicionarse siempre que Turquía ha iniciado conflictos armados en su zona de influencia contra la minoría kurda.
Tractor Sazi, fundado, como es fácil intuir, bajo el colchón financiero de la Iran Tractor Manufactoring Company no esconde que también es símbolo de la identidad de la región donde se ubica el club. Tractor Sazi aún no ha ganado ninguna Persian Gulf League. Sin embargo, muchas veces, ganar a Persepolis o Esteghlal se ha celebrado como si la liga la hubiera ganado el club de Tabriz. Es otro ejemplo más de que fútbol y política nunca llevaran caminos separados. Y es que en mayor o menor medida el deporte siempre ha sido plataforma de despegue y de altavoz de reivindicaciones de todos los símbolos y colores a lo largo y ancho del planeta. Irán, Tractor Sazi y el Azerbaijan iráni es otro ejemplo más de ello.
Foto de portada: ntvspor.net
Artículo originalmente publicado en thelinebreaker.net por Dani Deuder González
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