[su_dropcap size=”5″]R[/su_dropcap]icardo Rodríguez ha logrado llevar a Tokushima Vortis a Jleague. Sin embargo, no será con ellos con los que se estrene en JLeague en 2021. El preparador español acepta la llamada y el reto de devolver a Urawa Red a la senda de los títulos. Un bonito reto para un entrenador que sigue creciendo en Japón.
Ricardo Rodríguez da el salto a un grande del fútbol nipón
Tras tres años en Tailandia donde entrenaría a Ratchaburi, Bangkok Glass y Suphanburi, la temporada 2017 cambiaría de aires y ponía rumbo a Tokushima Vortis. Un club de JLeague 2 con aspiraciones de crecer y asaltar la primera división del fútbol japonés.
Las temporadas 2017 y 2018 fueron las de asentar las bases. Dos años en los que se rozó el playoff de ascenso. Un playoff que llegaría en 2019 tras el cuarto puesto final. Y una temporada en la que el peculiar sistema de la JLeague le dejó con la miel en los labios tras empatar 1-1 en cancha de Shonan Bellmare.
Los playoff en Japón se disputan a partido único en cancha del mejor clasificado o del equipo de superior categoría que, además, sale vencedor del cruce en caso de empate.
En este 2020 y a pesar de perder piezas clave, Tokushima y Ricardo Rodríguez han logrado el ansiado ascenso a JLeague. Ha sido un magnífico colofón a cuatro productivos años del entrenador ovetense con Vortis. Inmejorable punto y final.
Ahora toca afrontar un reto bien distinto. En Urawa Red la exigencia será máxima. Un club y un entorno que pedirá títulos. La Champions 2017 y la Emperor’s Cup son sus títulos más recientes. Y su última JLeague data de 2006. Apasionante reto el que tiene por delante Ricardo Rodríguez.
Foto de portada: lne.es
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