Este martes hemos vivido la quinta jornada de la tercera fase de clasificación para el Mundial de Rusia 2018. Lo esperado ha ocurrido en cinco de los seis encuentros. En el sexto la sorpresa de la jornada. Analizamos algunos de los detalles que nos ha dejado la jornada.
En Malasia llueve mucho
Jugar en Malasia en plena época de monzones no es una buena idea. Carlos Queiroz estuvo en Seremban hace seis meses inspeccionando el entorno del partido de hoy. Y ya avisó a la federación iraní y ésta a la AFC que el campo no estaría en condiciones. Y así ha sido. El resumen habla a las claras lo que fue el desarrollo de un encuentro donde ya de por si se esperaban pocos goles.
Un buen debut pese a la derrota
Arabia Saudí llegaba a Saitama con la baja del portero titular. Yasser Al Mosailem se había lesionado con su club, Al Ahli y era baja para el crucial encuentro en Japón. Bert van Marwijk no lo dudó. Le tocaba debutar a la gran esperanza de la portería saudí. El joven Mohammed Al Owais (Al Shabab) iba a debutar con el combinado nacional. Y no defraudó. Dejó detalles de portero seguro y con confianza. En ninguno de los dos goles pudo hacer más. Pero aprovechó para mostrar que hay alternativa en la portería saudí.
Australia echa de menos a Cahill
En el minuto 70 Ange Postecoglou miraba al banquillo. Con 2-2 en Bangkok el revulsivo era más necesario que nunca. Pero allí no encontró la leyenda que encarna Tim Cahill. El jugador que desatascó el partido en Emiratos. El que tantas veces rescató y aupó a los socceroos a lo más alto está cumpliendo con sus últimos servicios con la selección. Pero hoy, cuando más hacía falta, el samoano no estaba. Una lesión le dejó en Australia. Y ahora el conjunto oceánico prepara los cinco encuentros que quedan bajo la presión de un detalle importante. Están terceros por detrás de Arabia Saudí y Japón.
Dos entrenadores, dos historias
Mahdi Alí y Radhi Shenaishil. Dos historias, dos matices, dos detalles con final diferente. Ambos llegaban a esta jornada cuestionados. Mahdi porque a Emiratos ya le toca. La mejor generación del fútbol emiratí. La que él mismo ha creado desde las categorías inferiores busca un Mundial. Es el foco que le falta a Omar Abdulrahman para ser definitivamente el mejor y otros, como Ahmed Khalil porque, a diferencia del genio de melena rizada, él si quiere probar y probarse en Europa.
El iraquí cogió una selección con dudas y, a pesar de su mejoría en los primeros compases de su mandato, es un hecho que los Leones de Mesopotamia están en franco retroceso. Tampoco esta vez irán al Mundial. Y en la federación ya se busca nuevo seleccionador. No saben si foráneo o nacional. Si ofensivo o defensivo. No saben, en definitiva, que camino tomar. La buena noticia es que hasta marzo, cuando se juegue la sexta jornada, hay más de cuatro meses.
Foto de portada: worldfootball.net
Deja una respuesta