[dropcap]C[/dropcap]uando en España apenas nos estabámos despertando y abriendo los ojos a este sábado de diciembre, en el lejano oriente ya habían pasado cosas importantes en su fútbol. Daegu campeón y protagonista de un modelo singular en Corea del Sur. Tokyo Verdy, por su parte, se quedaba a las puertas de volver al lugar que le corresponde por historia pero no por presente. Un sábado de diciembre en Asia.
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Daegu campeón del primer título de su historia
Daegu sobrevive como puede en KLeague. En un fútbol dominado por el dinero que aportan los grandes holdings empresariales del país, Daegu es una excepción. La presencia de marcas como Samsung, Hyundai, POSCO con dos equipos o GS Group condiciona el torneo local surcoreano. Sin embargo esta tendencia está cambiando en los últimos tiempos. Cuando una empresa decide abandonar la propiedad de un club de fútbol este pasa, salvo que otra empresa asuma el puesto, a ser propiedad de la ciudad que representa. Con todo lo que ello implica a nivel económico para el club.
Daegu es uno de esos clubes citizen. De hecho es un rara avis en el fútbol surcoreano. Nunca tuvo una empresa detrás. Desde su fundación en 2002 es un club propiedad del ayuntamiento de Daegu y de sus ciudadanos. Y hoy, 17 años despúes, ha logrado ganar la FA Cup y jugará la AFC Champions League 2019 en un reto mayúsculo para un club como Daegu. El 3-0 que ha endosado a Ulsan Hyundai para ganar la FA Cup con un global de 4-2 marca el éxito de los clubes citizen en esta temporada 2018. Un gigante como FC Seoul se debate al borde del descenso en el playoff. Dos clubes sin empresas detrás como Daegu y Gyeongnam jugarán la Champions en 2019. El triunfo de la buena gestión por encima de los recursos financieros ha vencido en la KLeague 2018.
Tokyo Verdy se queda a las puertas
El equipo verde de Tokyo hace tiempo que no es el que fue. Ya no gana títulos y transita por la JLeague 2 añorando tiempos mejores. Hace ahora un par de años llegó al club Miguel Ángel Lotina tras una campaña en la que Tokyo Verdy llegó a coquetear con el descenso a JLeague 3. La firma de aquel contrato ha cambiado al club.
Lo que era un club deprimido y que, poco a poco, caía al fondo de la clasificación de la segunda división nipona ahora es un club que cree de verdad que el regreso es posible. Siete ligas, cinco Emperor´s Cup y un Campeonato Asiático de Clubes no eran motivación suficiente. La llegada de Miguel Ängel Lotina alentó a un club que ya en 2017 disputó el playoff de ascenso a JLeague. La temporada pasada Avispa Fukuoka les dejó en el camino. En esta ocasión han llegado al último escalón. Sin embargo, Jubilo Iwata con dos goles de penalti mantiene la categoría. Tokyo Verdy seguirá un año más en segunda, pero ya no es un club que no cree en volver a la élite.
Foto de portada: thisisfutbol.com
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