Un jugador con raíces samoanas ha sido el protagonista de la vuelta del playoff asiático. Tim Cahill y dos de sus habituales cabezazos han evitado la caída de Australia. Un pase que no oculta la fragilidad de la escuadra de Ange Postecoglu. Por otra parte, una eliminación que en nada empaña la gran actuación siria. Se ha mostrado al mundo en estas clasificatorias para el Mundial de Rusia 2018.
[irp posts=”2585″ name=”Camino a Rusia 2018: una Australia descafeinada”]
Tim Cahill sigue siendo eterno
Sorprendió ligeramente la presencia en el once inicial aussie de Tim Cahill. Sin embargo, la falta de claridad en la parte ofensiva de Australia en Malacca el pasado jueves invitaba a buscar nuevas soluciones. Y el futbolista de rigen samoano siempre es una solución para Australia. Ni su edad, ni su evidente caída física merman un ápice su ya famoso oportunismo.
Posiblemente, tal y como se ha desarrollado el encuentro, la salida de inicio de Tim Cahill haya sido determinante. De hecho, la rápida reacción al gol de Omar Al Somah al inicio del encuentro es una de las claves de la eliminatoria. El delantero de Al Ahli adelantaba a Siria al poco de arrancar el encuentro. Y, tan rápido como se adelantó, Australia empató. La enésima vez que una combinación por banda se centraba al corazón del área. Y ahí estaba hoy la diferencia con el partido de ida. De hecho, la presencia diferencial de un Tim Cahill que remataba el empate. Y lo mismo haría casi 100 minutos después para anotar el definitivo 2-1. A pesar de todo, Siria tuvo su ocasión para empatar. Omar Al Somah, como en la ida, tuvo una falta para triunfar. Aunque esta vez se fue al palo. Cuánto se acordará de ese momento. De hecho, un momento que con su club ha acabado en gol infinidad de veces.
Australia sigue en el camino. El sueño sirio se ha desvanecido en Sydney. Y lo ha hecho en una eliminatoria en la que el perdedor sale reforzado y el ganador sumido en un mar de dudas. Por suerte para Australia, el rival que venga de CONCACAF no está, ni mucho menos, en mejor momento que los oceánicos.
Foto de portada: heraldsun.com.au
Deja una respuesta