[dropcap]C[/dropcap]lasificar para una cita mundialista es algo que cuesta mucho. Reporta unos beneficios para el país y el fútbol nacional que estar presente allí es una cuestión de estado. La paciencia, cuando de estar en un Mundial se habla, no es una virtud muy común.
Cuatro jornadas y ya hay cambios

Diez partidos y solo dos plazas directas en cada grupo. Perder dos partidos seguidos te lastra de manera crucial. Todos, en mayor o menor medida, necesitan estar en Rusia en el verano de 2018.
En el Grupo A ya hay dos federaciones a las que se le acabó la paciencia. Mientras Catar cesaba a José Daniel Carreño tras la derrota en casa ante Uzbekistán. La federación china aceptaba la renuncia de Gao Hongbo tras, también, la derrota ente los uzbekos en la cuarta jornada.
Catar de la mano de Jorge Fossati y China sin haber decidido aún el sustituto de Gao Hongbo intentarán reconducir el rumbo perdido a las primeras de cambio. En China la paciencia nunca ha sido una virtud. El francés Alain Perrin ya fue cesado en mitad de la segunda fase de clasificación.
La paciencia aguanta un poco más en otras tierras
En otros combinados la paciencia aún aguanta. Pero Uli Stielike en Corea del Sur, Radhi Shenaishil en Irak, Vahid Halihodzic en Japón o Mahdi Ali en Emiratos ya sienten el peso de la responsabilidad sobre sus hombros. En las cuatro selecciones los rumores de cambio ya han llamado a la puerta. De momento sus federaciones mantienen la paciencia y no se han decidido a dar el paso.
El próximo 15 de noviembre se disputará la quinta jornada. Se llega al ecuador de la fase decisiva de clasificación. Quizá otro seleccionador caiga en esa jornada. Y es que la igualdad es de tal calibre en ambos grupos que un pequeño desliz, un mínimo error puede marcar el estar o no en Rusia’18.
Foto de portada: dfb.de
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